El devastador tornado de San Justo: a 50 años del desastre natural
El reloj marcaba las 13:55 de aquel miércoles 10 de enero de 1973. Al igual que hoy, el calor era agobiante en la ciudad de San Justo, aunque con una humedad que se tornaba insoportable. La ciudad de unos 11.000 habitantes en aquel entonces vivía otro día normal, pero fue interrumpida por uno de los desastres naturales más importantes en la historia de Latinoamérica
Al mediodía ya se vieron pasar algunas enormes nubes torrecúmulos y cerca de las 13:00 cayeron algunos chaparrones aislados, pero nada hacía presagiar la tragedia que seguiría. Cinco minutos antes de las 14:00, en las inmediaciones del campo de la familia Grosso, se formó un tornado que en segundos destruyó casi la mitad de la ciudad de San Justo, en solo siete minutos.
Durante esos instantes, todo volaba: chapas, ladrillos, vacas, tractores, autos y personas. Es el tornado más grande que se haya registrado en el hemisferio sur, adquiriendo la categoría de F5 en la escala de Fujita por las ráfagas de hasta 300 kilómetros por hora.
El F5 destruyó todo en unas ocho cuadras y media hacia el sur; tenía 300 metros de ancho; una cuadra y media a cada lado del Bulevar Roque Sáenz Peña. En ese trayecto destruyó parte del hospital sanjustino y se desvaneció luego de cruzar nuevamente la ruta. Arrasó unas 500 viviendas ubicadas en la zona oeste de San Justo.
El panorama era desolador: escombros dispersos por todos lados, con autos sobre los techos, tractores abollados como si fueran de papel, animales colgando de los árboles y decenas de personas fallecidas. “Era una escena de guerra donde nadie sabía lo que había pasado”, relatan quienes sobrevivieron al evento.
El después
Un vecino radioaficionado que vivía en el centro de San Justo se enteró de lo que había pasado y a través de sus equipos se comunicó con radioaficionados de Santa Fe para avisarles lo que había pasado. Hizo una red de contactos dando con el Ejército, momento en el que el gobierno de la provincia comandado por el general retirado Guillermo Sánchez Almeyra envió cuerpos militares a la ciudad, que llegaron en horas de la tardecita.
Si bien trascendió una cifra oficial de unas 65 personas fallecidas como saldo del tornado no hay números concretos ni definitivos para hacer guarismos sobre las víctimas. Sí se calcula que hubo dicha cantidad de fallecimientos, pero con el correr de las horas y a causa de las heridas de varias personas se constataron alrededor de unos 85 fallecimientos como consecuencia del evento, con unos 700 heridos.
La ciudad tardó años en reconstruirse por completo, realizándose de forma paulatina y gradual en el tiempo hasta que recobró lentamente su forma.
Las características del tornado aún hoy son materia de estudio, puesto que se trató del único que se dio en el hemisferio sur con este poder. El mismo investigador japonés Tetsuya Fujita fue a San Justo solo seis días después de que haya ocurrido el fenómeno para estudiarlo de primera mano, puesto que fue de una intensidad pocas veces vista.
Lo curioso es que en el hemisferio sur nunca se había dado este fenómeno, aunque los estudios posteriores concluyeron que Santa Fe está ubicada dentro del llamado “pasillo de los tornados”, ubicado en la cuenca del Plata y es el segundo sector con mayor frecuencia de tornados en el mundo, después del conocido Callejón de los Estados Unidos. La cuenca incluye a las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires.
